martes, 11 de septiembre de 2012

Rompió el maleficio

 

Un día se acabó la mala suerte para Andy Murray. Ese torneo grande que parecía tan esquivo durante los últimos cuatro años finalmente se dio. Desde aquel Us Open 2008 que lo tuvo como protagonista por primera vez, donde cayó ante Roger Federer, hasta hoy pasaron 15 torneos de Grand Slam. Murray protagonizó cuatro finales perdiendo todas ellas.
Pero era cuestión de tiempo para el talentoso escocés. Los consejos de Iván Lendl dieron resultado, era una cuestión mental porque tenis le sobraba al nuevo número 3 del mundo a partir de hoy.

No la tenía fácil Andy, en frente se encontraba el defensor del título Novak Djokovic con todo lo que eso significa. Con un factor fundamental como es el viento en la tarde noche de la final el escocés consiguió vulnerar a Djokovic en reiteradas oportunidades aunque no lograba mantener su servicio en los momentos más importantes.
El primer set llegó a un tiebreak y luego de una vibrante definición Murray se impuso por 7-6 (10).

En el segundo parcial el serbio comenzó 0-2 abajo nuevamente. Errores poco comunes y un visible fastidio inundaban a Djokovic que veía escapar a su rival.
Murray volvía a dejar pasar algunas oportunidades para cerrar el set pero esta vez conseguía hacerse con el saque de su rival en el momento oportuno (6-5) para llevarse el parcial por 7-5.

La historia cambió en los siguientes dos sets para Murray que no podía encontrar su juego. Del otro lado un Djokovic completamente enfocado se estabilizaba mentalmente y aprovechaba su momento para pegar en los momentos justos y llevar el partido a un quinto set.

Todo volvería a la normalidad en el último parcial. Allí Murray quebraría dos veces para llevarse el set por 6-2 y poner fin a su racha de finales frustradas.
Luego de cuatro horas y 54 minutos de juego Andy Murray levantaba su primer torneo de Grand Slam y se convertía en el primer británico campeón de un “major” desde 1936.